viernes, 20 de agosto de 2010

La plata de los jubilados - Ignacio Copani - Agosto 2010

No soy amigo de las cuentas.
No soy eficaz para los razonamientos técnicos de la economía.
Pero puedo intentar comprender porqué una clase de políticos que en la cuestión de jubilados
tienen menos derecho a hablar que yo de física termonuclear, propone lo del 82%.
Aburre mencionar la intencionalidad de limar al gobierno desde donde sea.
Más aun sabiendo que en ninguna plataforma de los partidos de oposición figura esa medida como propuesta parlamentaria.
Es clarísimo que, como se ha explicado mil veces,
es imposible en estos momentos financiar el monto anual que implica el pago del famoso 82.
Y desde luego esa explicación tiene entidad porque la dan los funcionarios del modelo que incorporó millones de jubilados al sistema,
les otorgó aumentos que varias veces superaron a las mismísimas subas de trabajadores activos y muchas etcéteras elogiables en temas previsionales.
Solamente en el mundo, Luxemburgo, un pequeñísimo estado de unos pocos miles de habitantes (talvez menos que el barrio de Caballito) y capital financiera mundial, puede darse ese lujo.
Humildemente pienso que hay algo más.
Que el objetivo de impulsar al gobierno popular a un antipático veto, jugando con las ilusiones de nuestros mayores, no es el único.
Creo que hay una intención de fundar una especie de jurisprudencia económica en el espiral perverso del pensamiento de las derechas, que jamás han contemplado el espíritu solidario de los esquemas de recaudación y distribución.
Reclamando que toda la plata de la ANSES debe ir sólo a los jubilados,
se dará vía libre a la lógica de que la plata de impuestos relacionados a la soja debe ir a los sojeros, la plata del petróleo a los petroleros y la plata de de la patente de un Rolls Royce debe distribuirse entre los usuarios de ese tipo de vehículos.
Y porqué no, con la msima simiente ideológica que algunos cruzados de la Lombardía u otros feudos del norte de Italia, propongan la independencia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba o que Ramos mejía deje de bancar al resto de barrios pobres, llenos de vagos del partido de La Matanza.
Cuando balbucean ante la pregunta puntual de cómo conseguir la guita y simplemente atinan a decir ¨la plata estᨠlo confirman.. Lamento que los compañeros del sector de izquierda que los acompaña no hagan este ejercicio de comprensión.
Que aportando la idea de supuestas fuentes de financiamiento que ellos saben que son insuficientes y que solo sirven para declamar, no hagan más que embarrar la cancha, por un efímero abrazo triunfal, que abona nada más que a su estúpida y antipopular idea del ¨cuanto peor mejor¨.

jueves, 19 de agosto de 2010

cuando no hacemos...

 «Cuentan que un famoso fotógrafo marchó desde las espléndidas / torreadas ciudades luminosas a la negra África / allí / buscaba imágenes: / selvas– guerras– revoluciones– hambre– o plagas simios o gente / historias: algo que mostrar– o contar al mundo / un día / vio una niña de dos años en el suelo– llorando– llena de mocos y / babas– sola –echada– sin fuerzas para moverse / lejos de las chabolas de chapa / cerca– esperando su muerte / había un buitre –ganchuda cabeza de carne– encapotado / de plumas negras / entonces / cogió su cámara– ajustó el zoom– encuadró la escena– / calculó la luz y disparó el interruptor / varias docenas de veces / hizo algunas fotos– unas fotos terribles y hermosas / (porque todo lo hermoso es silencioso y terrible) / después / se sentó y esperó… / esperó / para ver qué sucedía… / pero / tras más de dos horas nada había cambiado… / la niña lloraba… el buitre seguía esperando… / y todo continuaba su curso / al rato se fue / se dio la vuelta y / se marchó de allí / no hizo nada / ¿quién sabe por qué? …quizá / no quería intervenir… quizá le pareció / que no podía hacer nada o que aquello / no era profesional… ¿quién sabe? / el caso es / que / cuentan / que a los pocos meses de aquello se / suicidó / se suicidó / en su apartamento / en / medio / de / las torreadas luminosas ciudades». Este poema, escrito por Ricardo Moreno, pertenece a su libro ABRXIA 365, publicado en 2009 en la editorial Huacanamo, donde relata el suicidio del reportero gráfico sudafricano, Kevin Carter, ganador del Premio Pulitzer, en el año 1994, por esta fotografía. Como dice el poeta de estos versos: «Todo cual auténtico motor de la historia es un puta ficción consensuada –la prueba de esto se constata al darle un billete de 500 euros a un salvaje de Nueva Guinea». 

Preguntas de un obrero ante un libro Bertolt Brecht


 

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces, ¿quién la volvió a contruir otras tantas?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles?
Roma la Grande está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
Bizancio, tan cantada, ¿tenía sólo palacios para sus habitantes?
Hasta en la fabulosa Atlántida, la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿El sólo? César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse su flota.
¿No lloró nadie más?
Federico II ganó la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la ganó, además? Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién paga sus gastos?
Una pregunta para cada historia.

jueves, 12 de agosto de 2010

Por qué gritar ?




Un día preguntó mi abuela a sus nietas lo siguiente:
¿Por qué la gente se grita cuando están enojados? Todas pensamos unos momentos… Porque perdemos la calma - dijo una - por eso gritamos.
- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? preguntó abuela. – ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojada?
Todas fuimos dando nuestras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía a la abuela. 

Finalmente ella explicó:
Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego ella preguntó:
¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
- Y la abuela continuó:
- Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.
Finalmente la abuela nos dijo: -Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más; pues les aseguro, que llegará un día en que la distancia sea tanta, que no encontrarán más… el camino de regreso.

VENI SUMA!!!


DALE QUE SOMOS MUCHO MAS QUE DOS!!!