MI ZONA COMPARTIDA...

Dicen que una mentira y un rapto iniciaron la guerra. Alguien singlado por la levedad de la gnosis dijo entonces terminemos la reyerta con una mentira mayor.
Y Troya cayó. Pero pudo ser Tiro o Montevideo.
Un horizonte arduo de penumbras trajo entre naves la palabra mentida hasta su urdiembre.
Miente desde entonces la sexualidad trinitaria de la palabra patria.
patrimonio, patriarcado, patrística, patriciado, patrocinio patronato, paterfamilias: palabras a horcajadas sobre el holocausto de la res gestae.
Mienten Artus y su tumba, miente la Pacha Mama pariendo entre el maizal, Mienten los milesios, miente el estratega estagirita.
Miente Americo el que nombra, mienten los puntales de Garay, mienten las partidas de Ramirez, mienten las espadas del mitrismo.
Mienten los bandos de Uriburu, mienten sus mentores.
Y además mienten los Mayos, los Octubres, los pactos preexistentes, las confederaciones, los autonomistas, los acuerdos constitucionales, los planes quinquenales, también mienten.
Dicen, sin embargo, que aquel hombre que nació en el cruce Alberdi, y que fue señalero del Belgrano, y que esta mujer fue zurcidora de camisas
donde muere Caferatta frente a los paredones y el café.

Dicen que una mañana de noviembre,
mientras franqueaba la soledad de los talleres, le vio las pantorrillas entre mentas y adoquines y se pensó para adentro la parte que faltaba.
la invito una caminata por el callejón de Los ingleses y antes que el sol se ocultara entre las trochas le dejo en los labios la palabra mas tibia que tenia.
Dicen
que el amor les trajo hijos
y que mas tarde otro amor les trajo hijos a los hijos,
que se fueron una noche juntos a la cama y que ya no hubo mañana.
Antonio dicen que se llamaba el y ella María.
Dicen que decían la verdad
pero son cosas que dicen.



Un inédito de Ángel oliva